contador de visitas

Buscar este blog

lunes, 7 de febrero de 2011

Oh Sion... parte tres

Sólo una mentalidad puede derribar a otra mentalidad. Veamos lo siguiente:

Josue 15:63 Más a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy.

Jueces 1:21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.
Existe el peligro que al querer erradicar pensamientos o ideas que son contrarias al propósito de Dios, y que han estado por años, se nos hace difícil despojarse de ellas, más aún si son pensamientos o creencias religiosas y cometamos el error de Judá y Benjamin, que nos aferremos a ellas ocupando un bajo perfil, y dándole un tinte hasta religioso y sigan con nosotros a sabiendas o no, inclusive pensando que son positivos, conviviendo con la mentalidad de Reino, a la larga influirán negativamente sobre nosotros. Judá significa alabanza, nuestra adoración va a ser dañada y limitada, tendrá una barrera. Benjamín significa El hijo de mi mano derecha. Ser mano derecha es tener máxima autoridad superado sólo por el Rey. El poder se verá limitado, no se podrá ejercer la autoridad y el potencial máximo de mi llamado ni de mi propósito. Más aún seremos limitados para ejercer la autoridad de Dios aquí, en la Tierra, Hoy. Siendo destinado a ejercer toda la autoridad, se encuentra impedido por estar conviviendo con una mentalidad ajena a la de Reino, una mentalidad de esclavo. No debemos permitir
Que la palabra que se nos enseñe venga a alimentar una mentalidad pobre, una mentalidad que nos sirve para tenernos lástima y vernos como seres dignos de misericordia. O simplemente una actitud conformista esperando que nos vengan a rescatar del mundo y del pecado. Fuimos constituidos por Dios como Reyes y Sacerdotes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario